jueves, septiembre 11, 2014

“Defecto de mi carácter”



“… Pero, ¿a qué se debía mi última desgracia? A mi obstinación en el silencio. Para comprender esto, es preciso conocer mi carácter.
En ninguna época me ha sido posible vencer este espíritu de recato y de soledad interior que me impide hablar de lo que me afecta. Nadie podría afirmar sin faltar a la verdad que yo haya contado lo que la mayoría de los hombres cuenta en un momento de pena, de gozo o de vanidad. Un nombre, una confesión de cierta gravedad, no sale nunca o sale rara vez de mi boca. Yo no hablo jamás a los conocidos de mis intereses, de mis proyectos, de mis trabajos, de mis ideas, de mis afectos, de mis alegrías, ni de mis pesares, persuadido del fastidio profundo que se causa a los demás cuando se les habla de sí mismo. Sincero y verídico, carezco de corazón abierto; mi alma tiende incesantemente a cerrarse; no digo una cosa entera, y sólo he consignado mi vida completamente en estas Memorias.

Pero, ¿qué he ganado con mi carácter reservado? haberme convertido, por haber sido impenetrable, en algo fantástico, que no tiene relación ninguna con mi realidad. Mis mismos amigos se engañan en cuanto a mí, al embellecerme con las ilusiones de su afecto, creyendo así hacerme conocer mejor. Todas las mediocridades de antecámara, de oficina, de gacetas y de cafés me han supuesto ambicioso, y no lo soy en absoluto. Frío y seco en material usual, no hay en mi nada del entusiasta y del sentimental: mi percepción distinta y rápida penetra pronto el hecho y el hombre, y los despoja de toda importancia. Lejos de arrastrarme, de idealizar las verdades aplicables, mi imaginación hace descender a su nivel los más altos acontecimientos, y a mí mismo me desengaña; el aspecto pequeño y ridículo de los objetos es lo primero que veo, y los grandes genios y las grandes cosas, apenas si existen a mis ojos. Cortés, laudatorio y admirativo para las suficiencias que se proclaman inteligencias superiores, mi desprecio oculto ríe y coloca sobre todos esos rostros envueltos en incienso máscaras de Callot. En política, el calor de mis opiniones no ha sobrepasado jamás la longitud de mi discurso o de mi folleto. En la existencia interior y teórica, soy el hombre de todos los sueños; en la existencia exterior y práctica, el hombre de las realidades.

Los retratos que de mí se han hecho, privados de todo parecido, se deben principalmente a la reticencia de mis palabras. La multitud es demasiado ligera, demasiado inatenta, para tomarse, cuando no está advertida, el tiempo suficiente para ver a los individuos como son. Cuando, por casualidad, he tratado de enmendar algunos de esos falsos juicios en mis prefacios, no se me ha creído. En último resultado, siéndome todo igual, no he insistido; un como queráis me ha desembarazado siempre del fastidio de persuadir a nadie o de tratar de restablecer una verdad.
Me refugio en mi fuero interno, como una liebre en su madriguera, y allí me pongo a contemplar la hoja que se agita o la brizna de hierba que se inclina”.
Londres, de abril a septiembre de 1822.




FRANÇOIS-RENÉ, VIZCONDE DE CHATEAUBRIAND, Memorias de Ultratumba, tomo I. Libro XI, cap. 1.




sábado, marzo 06, 2010

Conversación nocturna (Elisabeth Meylan)

Él quiere saber si ella
teme tormentas y por qué
en los momentos más felices
emprendía constantemente la huída.

Ella reflexiona, un rayo
ilumina el paisaje extraño delante de la ventana.

Las tormentas no las teme,
contesta ella, solamente la felicidad

Luego llueve,
en su susurro acelerado
se quita el afeite de los ojos
y se ocupa en hacer
las maletas, mientras él,
echado en la cama, estudia el itinerario
para el día siguiente.

Y lo que atañía a la muerte,
quiere saber él, si ella
teme la muerte.

La muerte no, contesta ella,
solamente la felicidad.

(Basilea, 1.937)


miércoles, marzo 03, 2010

Continuo

Los que sufrieron, murieron,
murieron los testigos,
murió el sufrimiento.
Quizás
quede una alegría
Que nadie atestigua.

Erika Burkart

viernes, febrero 12, 2010

Tormenta de tiempo

.
Cuando todos se hayan ido
y las ciudades estén abandonadas
derruídas
caminaré lento mirando al cielo
cruzando grandes extensiones sin dueño;
de un edificio a otro.

me sentaré en la mesa donde jugaba parqués
beberé algo para el frío
hablaré con amigos de la niñéz que ya no están
iremos a la cancha con la pelota de fútbol
y un eco de silencios interminables nos aplaudirá desde las tribunas.

cuando todos se hayan ido
caminaré por las calles fracturadas
y el sendero se hará infinito entre la maleza
cuando vuelen por él viejos volantes y basuras.

cuando todo se haya ido
el lugar será sólo una tormenta de arena
y yo, en mi soledad repetida
caminaré de lado a lado reviviendo soledades
sin saber para qué
sin poder evitarlo.


Ciudad de edificios fantasma
y cosa que leí alguna vez pero no recuerdo qué ni dónde.

martes, diciembre 29, 2009

Ey! Música

.
Este
es mi
Estado


NADA...



si... q u i e rE


S i m p l e m e n t e


r e l á j e s e

Y...


Disfrute! : )



Imagen: De Phazz - Death by Chocolate

jueves, julio 16, 2009

Me sucedió ayer

Estaba leyendo en el periódico sobre la crisis económica y la abrupta caída de los precios del petróleo. El bullicio en la calle se hace perceptible y me quita la concentración. Salgo. Una niña de unos 14 años pasa comiendo un helado. Le pregunto “que pasa”. Ella me dice que van a ahorcar a alguien. Pongo cara de sorpresa; pienso que la niña está loca. Ella me mira de la misma manera y me dice que ya lo llevan hacia la horca.

Me voy por la calle para ver que sucede. A los lejos veo muchas personas, algunas más caminan para sumarse a la multitud. Camino con ellos; todos se dirigen al parque. Algunos hablan de la horca de tecnología boliviana como si hablaran de fútbol. Debe ser un show, pienso. Al llegar veo una tarima, en ella la horca y el parque lleno de gente. Hay un tipo que tiene la cabeza cubierta con una tela negra, otro con un pasamontañas tiene unos papeles en la mano. Al lado de la tarima hay unas personas tristes: una anciana, una mujer joven y un niño. Están abrazados. La mujer acaricia al niño que desconsolado mira la escena. La señora adulta no quiere mirar; supongo que es la familia.

Sigue llegando gente. Algunas personas salen de un restaurante, otras cierran sus computadores y salen de un café, algunos estacionan sus Segway por el lugar. Muchos escuchan música en sus Ipods. A mi lado hay un señor contando chistes sobre las horcas; no puedo evitar reírme.

Acercan el hombre a la soga. Se la ponen. La familia llora desconsolada. El público mira con indiferencia. Yo empiezo a asustarme. No puede ser en serio, pienso. Sueltan la tabla que lo sostiene. El hombre patalea en el aire mientras la anciana y el niño lloran con más fuerza, desconsolados. Yo me impaciento. La gente sigue mirando y escuchando música en sus ipods.

Veo unas cámaras en el lugar. Respiro un poco. El hombre sigue pataleando. Las mujeres y el niño siguen llorando. La gente mira sin hacer expresión alguna. El hombre deja de moverse. El verdugo lo coge de los hombros y los empuja hacia abajo. El hombre no se mueve. Me vuelvo a impacientar. La gente se empieza a ir. Desarman las cámaras. Los Segways siguen su camino y las otra personas vuelven hacia el café. Estoy asustado y confundido.

El parque queda prácticamente vacío. Unos hombres lo bajan de la soga, lo meten a una bolsa negra y lo montan a una ambulancia. La anciana, la señora y el niño se quedan llorando.

Tengo rabia. Mucha rabia. Empiezo a caminar histérico, a mirar a la poca gente que queda allí. Ellos me miran extraño. ¿Que ha pasado aquí?, pregunto con furia. Se crispan mis nervios por la impasividad de esa gente. Intento calmarme. Respiro hasta diez. No sirve de nada.

Paso unos quince minutos divagando. Me canso. Voy hacia la casa. Me siento en el mueble. Cojo el periódico. Me olvido de todo. Termino de leer.

.

sábado, mayo 09, 2009

1 - NONE: N/A (619 words) DRAFT


-¿Para qué salir de aquí? si igual todo se esfuma. Se va poco a poco, con el viento.

¿Quién nos recordará en infinitos años? nadie!... repito ¿para qué lograr algo? si igual eso no va a valer. nuestro trabajo aquí no tiene sentido. no: es totalmente inútil.

...que dolor ser finitos
...pero que dolor seria ser infinitos!!

¿para qué ser infinitos?
¿para qué prolongar este dilema?

...pero que dolor saber que se tiene que terminar.

...Si, hay que saber cuando escapar, ¿pero escapar de qué? si todo escape lleva a lo mismo: a un lugar del que tendremos que escapar. Entonces ¿para qué salir de aquí? si al final da igual: vamos a desaparecer- el tipo sucio que vestía harapos seguía hablando bobadas mientras unos hombres encorbatados le regalaban un poco de pan y reían.

Ya era tarde y odiaba llegar tarde, pero no era mi culpa que el bus no pasara, no era mi culpa que un trancón estuviese impidiendo su llegada a mi, y la mía hacia ella. El teléfono sonaba. lo dejé sonar, ya sabía el regaño que recibiría del otro lado. "¿tanto insististe... para nada?"

El calor de esta ciudad hacía ver todo en cámara lenta: una señora vendiendo helados en la esquina, un tipo con unos libros esparcidos en la calle (mezclando un Joyce robado con un walter rizo), otros riendo y dando pan a un orate con un grave problema existencial. Al fin y al cabo: no tan diferente a lo habitual. Se me hacía raro que todavía no hubiese escuchado el grito de alguna señora victima de los ladrones que abundan por aquí, también de, ni siquiera, ver algún sospechoso.

podía ver el bus a lo lejos. Se acercaba a la desembocadura del trancón, ocasionado por uno de la misma ruta que algunas horas antes se había accidentado al irse a un hueco. Al parecer no tenía frenos, o eso dijo la señora de los helados, pero yo creo que no vió las señales, perdón, no habían tales señales, o si: el hueco era la señal. Los hombres de la empresa pública de agua y alcantarillado de acá no las habían puesto, aunque ya se acercaban con algunas al lugar. Colocaron una cinta de seguridad rota ante el asombro de algunos, tal vez extraños, y la indiferencia de los que habitualmente pasábamos por aquí.

-¿entonces qué, pachito?-escuché que alguien me decía con efusividad por la espalda.
al voltear uno de los hombres encorbatados que reían del loco me miraba y me daba una palmada en el hombro..
-perdón, está equivocado-le dije con algo de apatía.
-jaja, no, no me has entendido pachito...- respondió riendo sarcásticamente
-está lindo tu maletín, ¿dónde lo compraste?-insitió
-que le importa-le dije con algo de rabia, sin percatarme todavía que quería aquel tipo
-pachito, te presento a Manuel. estudió con nosotros en la escuela ¿te acordás?
el otro hombre encorbatado se acercó hacía mi sonriendo
-pachito, ¡como has cambiado!



Imagen
: sacada de "nuestrogranmundo.blogspot.com"

martes, marzo 17, 2009

Hispasonicos


Los invito a hispasonicos para que escuchen unos temas que hice. son una pequeñas cosas en las que estaba trabajando(improvisando). los temas con voz y arreglo mejor hechos los colocaré despues, cuando los termine.

pueden escuchar aqui

viernes, febrero 27, 2009

Pájaro Azul



hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que esté ahí dentro.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿es que quieres joder
mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?

hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.

luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?

Charles Bukowski

Imagen: sacada de "lluisponsmora.blogspot.com"

jueves, febrero 26, 2009

La niña insolente

Miró el espejo y se dijo
-¡He madurado!