sábado, mayo 09, 2009

1 - NONE: N/A (619 words) DRAFT


-¿Para qué salir de aquí? si igual todo se esfuma. Se va poco a poco, con el viento.

¿Quién nos recordará en infinitos años? nadie!... repito ¿para qué lograr algo? si igual eso no va a valer. nuestro trabajo aquí no tiene sentido. no: es totalmente inútil.

...que dolor ser finitos
...pero que dolor seria ser infinitos!!

¿para qué ser infinitos?
¿para qué prolongar este dilema?

...pero que dolor saber que se tiene que terminar.

...Si, hay que saber cuando escapar, ¿pero escapar de qué? si todo escape lleva a lo mismo: a un lugar del que tendremos que escapar. Entonces ¿para qué salir de aquí? si al final da igual: vamos a desaparecer- el tipo sucio que vestía harapos seguía hablando bobadas mientras unos hombres encorbatados le regalaban un poco de pan y reían.

Ya era tarde y odiaba llegar tarde, pero no era mi culpa que el bus no pasara, no era mi culpa que un trancón estuviese impidiendo su llegada a mi, y la mía hacia ella. El teléfono sonaba. lo dejé sonar, ya sabía el regaño que recibiría del otro lado. "¿tanto insististe... para nada?"

El calor de esta ciudad hacía ver todo en cámara lenta: una señora vendiendo helados en la esquina, un tipo con unos libros esparcidos en la calle (mezclando un Joyce robado con un walter rizo), otros riendo y dando pan a un orate con un grave problema existencial. Al fin y al cabo: no tan diferente a lo habitual. Se me hacía raro que todavía no hubiese escuchado el grito de alguna señora victima de los ladrones que abundan por aquí, también de, ni siquiera, ver algún sospechoso.

podía ver el bus a lo lejos. Se acercaba a la desembocadura del trancón, ocasionado por uno de la misma ruta que algunas horas antes se había accidentado al irse a un hueco. Al parecer no tenía frenos, o eso dijo la señora de los helados, pero yo creo que no vió las señales, perdón, no habían tales señales, o si: el hueco era la señal. Los hombres de la empresa pública de agua y alcantarillado de acá no las habían puesto, aunque ya se acercaban con algunas al lugar. Colocaron una cinta de seguridad rota ante el asombro de algunos, tal vez extraños, y la indiferencia de los que habitualmente pasábamos por aquí.

-¿entonces qué, pachito?-escuché que alguien me decía con efusividad por la espalda.
al voltear uno de los hombres encorbatados que reían del loco me miraba y me daba una palmada en el hombro..
-perdón, está equivocado-le dije con algo de apatía.
-jaja, no, no me has entendido pachito...- respondió riendo sarcásticamente
-está lindo tu maletín, ¿dónde lo compraste?-insitió
-que le importa-le dije con algo de rabia, sin percatarme todavía que quería aquel tipo
-pachito, te presento a Manuel. estudió con nosotros en la escuela ¿te acordás?
el otro hombre encorbatado se acercó hacía mi sonriendo
-pachito, ¡como has cambiado!



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: sacada de "nuestrogranmundo.blogspot.com"