sábado, marzo 06, 2010

Conversación nocturna (Elisabeth Meylan)

Él quiere saber si ella
teme tormentas y por qué
en los momentos más felices
emprendía constantemente la huída.

Ella reflexiona, un rayo
ilumina el paisaje extraño delante de la ventana.

Las tormentas no las teme,
contesta ella, solamente la felicidad

Luego llueve,
en su susurro acelerado
se quita el afeite de los ojos
y se ocupa en hacer
las maletas, mientras él,
echado en la cama, estudia el itinerario
para el día siguiente.

Y lo que atañía a la muerte,
quiere saber él, si ella
teme la muerte.

La muerte no, contesta ella,
solamente la felicidad.

(Basilea, 1.937)


miércoles, marzo 03, 2010

Continuo

Los que sufrieron, murieron,
murieron los testigos,
murió el sufrimiento.
Quizás
quede una alegría
Que nadie atestigua.

Erika Burkart